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Monday, May 16, 2011

Los_martirios_de_Colón_Aquíles_Nazoa


Los Martirios de Colón

Acto I

(Al levantarse el telón sale Castilla la Vieja, con su audífono en la oreja, su rosario y su

bastón. Ábrese luego un portón y aparece una capilla donde Isabel de Castilla va rezando una

oración)

ISABEL: Soy la redondez del mundo sin mí no puede haber Dios, curas y doctores sí, pero

pontífices no.  San Pepe y San Timoteo, oigan de mi alma los gritos, y hagan, ¡OH, santos

benditos! Que el Rey consiga un empleo.

(Aparece un criado bastante malcriado)

CRIADO: Perdone la interrupción: ahí afuera está el nuevo el italiano del huevo con otra

demostración. No lo he dejado pasar, porque aunque muy caballero, su vestido y su sombrero

me dan mucho que pensar.

ISABEL: ¿Te refieres a Cristóforo? ¡Que pase! ¡Pobre criatura! Lo que él tiene no se cura

pero se alivia con fósforo.

(Entra Colón cantando con la música de “La vaca lechera”)

COLÓN: Tengo una gran carabela, no es una barca de vela, tiene limpia la fachada y la lleva

timoneada Colón, Colón, Colón, Colón.

ISABEL: ¡Queridísimo Colón! ¿A qué vienes a Castilla? ¿Qué buscas en esta villa famosa por

su jabón? ¿Qué se te ofrece, Colón? ¿En qué socorrerte puedo? ¿Por qué andas con ese dedo

parado como un cañón?

COLÓN: Pues mi visita de ahora se debe a que traigo el mapa que mi tesis corrobora de que la

tierra es, señora, redonda como una papa.

ISABEL: ¿Cómo una papa me dices? Pues que tesis más extraña, parece que hay en España locos

sueltos y felices. Mas papa, salchicha o queso, para hablar con tus vocablos,  ¿quieres

decirme que diablos tengo yo que ver con esto?

COLÓN: Que si una buena tajada su alteza real me entrega, verá que pronto le llega toda esa

papa pelada.



ISABEL: ¿Y trajiste el presupuesto?

COLÓN: ¿Si lo traje? ¡Por supuesto! Aquí todo el plan, incluyendo camarera y un entierro de

primea por si muere el capitán.

ISABEL: ¡Pero eso es más de un millón! O, a menos, eso aparenta, ¿por qué no sacas la

cuenta? ¡Saca la cuenta, Colón!

COLÓN: Un cuartillo es un cuartillo, dos cuartillos, medio real, tres cuartillos, tres

cuartillos, más otro cuartillo, un real.

ISABEL: Mi tristeza es infinita, porque la contestación es que yo no tengo ahora ni un

miserable doblón. ¡Ay, Cristóbal, nada iguala nuestra triste situación! Le debemos a

Marchena su quincena de oración; Torquemada brinca y salta por la falta de carbón; no le

damos un mendrugo ni al verdugo ni al bufón, y Anastasio, mi alquimista, se despista con

razón: de mil mezclas que ha intentado no ha sacado ni latón.

COLÓN: ¿Y las comidas aquellas que sirven en el condado, atendida por doncellas, con

costillas de venado y unas lonjas de pescado que brillan igual que estrellas y un champán

color dorado cuyos corchos, cual centellas se escapan de las botellas y van a dar al tejado?

¿Acaso todo es fiado?

ISABEL: Esos, querido Colón, son regalos que a Fernando le mandan de cuando en cuando sus

parientes de Aragón.

COLÓN: El viento viene ligero, tranquila canta la mar... Si no tienes dinero, dame algo para

empeñar.

ISABEL: Entonces, toma estas prendas, y escucha con atención: el precio en que tú las ventas

te lo regaló, Colón.

(Le entrega al descubridor una pulsera muy mona, las joyas de la corona y un reloj

despertador)

COLÓN: De todo se ha desprendido... ¡Qué soberana tan noble! ¡Si llego  a pedirle el doble

también hubiera caído!

(De pronto llegan catorce sabios con astrolabios de este color, y se apodera rápidamente del

eminente descubridor)

CORO DE SABIOS: Ya la reina te dio el real, mas no irás al continente si no sales con un

veinte del examen bimestral.

SABIO I: Cristóbal, venga al tablero y a ver si nos adivina: entre el huevo y la gallina,

¿cuál de los dos fue el primero?

(Otro sabio de Silesia con un revólver lo apunta lo apunta y en rumano le pregunta por qué

entra el perro a la iglesia. Pero tiene el genovés tal crisis de nerviosismo que habla con

él es lo mismo que llamar al ciento tres.0

TODOS LOS SABIOS: Contestarnos no ha podido y es nuestro fallo aplastante que el mencionado

almirante tiene el cerebro podrido.

(Y a punto de fracasar Colón el ingenio afina, y les pide una gallina para poder contestar.

El pedido estrafalario causa a Marchena extrañeza pero asoma la cabeza por detrás del

escenario. Entonces hace en una esquina la Real Gallina su aparición se sube el traje se

mete al nido y hace un pedido para Colón. Y a todo el mundo deja asombrado del resultado de

su gestión, pues es la gallina de estilo nuevo, y en vez de un huevo pone un pollón)

COLÓN: ¡Así como ha hecho la gallina esa, yo le daría la gran sorpresa!

ACTO II

(Ya lista la embarcación y embarcado el cargamento, fregado, pero contento sale de Palos

Colón)

COLÓN Y SUS MARINOS: ¿Izaron las velas?  ¡Izadas están! ¿Lavaron el ancla? ¡También,

capitán! ¿Abordo están todos? ¡Ya todos están! ¡Toquen la campana! ¡Muy bien capitán!

¡Titaqui titán! ¡Titaqui titán!

COLÓN: ¡Adiós, buenos! ¡Adiós, malos! En mi nave ya me monto, pero prometo que pronto

regresaremos a Palos

ACTO III

(Alta mar. Pasa el navío. La escena que se ve a bordo no es escena, sino un lío

verdaderamente gordo)

COLÓN: ¡Santo Dios no sé que hacer! Se me está alzando la gente y el bendito continente  ni

sueña en aparecer.

A REGRESAR NO ME ATREVO: Los barcos están muy malos y si de vuelta los llevo, tal vez no

llegue ni a Palos.

2 comments:

Marisol KAHRrillo said...

Muy bueno! Gracias por publicarlo

Marisol KAHRrillo said...

Muy bueno! Gracias por publicarlo